Nuestra misión

Abara nació en 2019 como respuesta a una pregunta crítica: "¿Qué está pasando realmente en la frontera?".

A medida que aumentaba la polarización y miles de familias llegaban a la frontera entre Estados Unidos y México, crecía la necesidad de claridad, compasión y comprensión de las causas profundas. El fundador de Abara vio la oportunidad de cultivar la paz mediante la creación de espacios de compasión en la frontera donde personas de todos los ámbitos de la vida pudieran conectarse y aprender. Nuestro nombre proviene de una palabra semítica que significa "vado", un lugar donde un río es lo suficientemente poco profundo como para cruzarlo. Este nombre encarna nuestra misión: Crear espacios físicos y relacionales donde las conexiones construyan la paz, conduciendo al florecimiento colectivo en la frontera y más allá.

Con nuestro trabajo pretendemos crear cruces en los que la gente pueda encontrarse con el "otro", estableciendo conexiones que devuelvan la humanidad a la conversación en torno a la migración.
Cuando organizamos Encuentros fronterizos, invitamos a los visitantes a adentrarse en las historias de las zonas fronterizas. Estas experiencias amplifican las voces menos escuchadas. Muestran la belleza y los retos de la región. Mientras tanto, nuestro programa de Respuesta Fronteriza responde a las necesidades humanitarias urgentes apoyando a los refugios de inmigrantes y proporcionando recursos vitales.